domingo, 7 de octubre de 2012

Conserva tu Barniz



¿Tu barniz de uñas favorito ya se puso espeso y pegajoso? Evítalo con estos sencillos consejos

Seguramente en tu baño o tocador tienes una enorme cantidad de maquillaje que no usas con mucha frecuencia; pero no solamente eso, sino también una serie de barnices de uñas que te aplicaste cuando los compraste pero que difícilmente los has vuelto a usar y por lo tanto ya están secos o parecen chicle, ¿te gustaría rescatarlos? Checa estos sencillos consejos que te ayudarán a darle una vida más larga a tus lacas de uñas preferidas.

En el caso del maquillaje la fecha de caducidad viene muy bien determinada, generalmente aparece en la caja al comprarlos; sin embargo, en barnices para las uñas ¡no la hay! Es por esto que resulta difícil determinar el tiempo que van a durar en el tocador y cuando llega el momento de hacerte un cambio radical de color te das cuenta de que la textura ya no es la misma y no lo puedes usar.
Es una lástima tirar un barniz que apenas usaste un par de veces y que sin darte cuenta, dejaste que se deteriorara; esto puede pasar por muchas razones, como el calor y la humedad, pero generalmente la vida de uno de estos, siempre y cuando estén bien guardados y en condiciones climáticas normales, es de un promedio de entre 18 y 24 meses.

Reconocer que tu barniz pasó a mejor vida es muy sencillo y todo lo indica la textura; en la mayoría de los casos el líquido puede tener una consistencia gruesa, grumosa y resulta muy molesto aplicar una capa uniforme comparado con un barniz totalmente nuevo. Con el tiempo algunos de los ingredientes comienzan a agruparse, lo que dificulta la remezcla de los mismos.

Seguro estarás pensando si existe alguna solución que te ayude a salvar los colores que ya tienes sin necesidad de conseguir unos nuevos; buenas noticias, ¡sí la hay! El procedimiento es muy sencillo; obviamente como todos los productos de belleza, su vida útil requiere de mucha atención. Lo único que debes de hacer es apartarlo del calor y los rayos del sol, y siempre limpiar con acetona el cuello de la botella.

Rejuvenece el esmalte que ya está pegajoso, espeso o empieza a secarse con esta técnica: pon un sartén con agua y déjalo hervir, cuando el agua esté en punto de ebullición introduce el bote de esmalte bien cerrado y déjalo a fuego lento durante unos minutos. Otro remedio muy efectivo es añadir unas gotas de diluyente o acetona y removerlo muy bien; este método le devolverá la consistencia que tenía cuando era nuevo.